Los Diálogos Ciudadanos han dado un importante paso al extenderse hacia las zonas rurales de Durango, donde las voces de quienes habitan en el campo y las comunidades más alejadas ahora están siendo escuchadas de manera directa. Gracias al apoyo de la Dirección de Desarrollo Rural de Durango, estos encuentros buscan crear un canal de comunicación eficaz entre el gobierno local y las comunidades rurales, identificando de primera mano las problemáticas más urgentes que enfrentan.
En cada diálogo, los equipos municipales han escuchado atentamente las inquietudes, preocupaciones y sugerencias de los pobladores, quienes han resaltado las principales áreas donde se requieren mejoras: infraestructura básica, acceso a servicios de salud, mejoras en caminos rurales, apoyo a la agricultura, y acceso a tecnologías. Estas conversaciones permiten crear un panorama claro de las necesidades que exigen atención inmediata.
La cercanía del gobierno con el sector rural subraya un enfoque basado en la colaboración y la empatía. A través de estos diálogos, se busca identificar las soluciones más adecuadas para cada región, tomando en cuenta las particularidades y retos específicos que enfrenta cada comunidad. La administración municipal ha dejado claro que se están tomando en cuenta todas las peticiones, marcando prioridades para atender lo más urgente en el corto plazo, pero también construyendo soluciones a largo plazo para garantizar el desarrollo integral de estas localidades.
En palabras de los funcionarios, «nos llevamos la tarea de atender lo urgente y construir un futuro mejor para todos». Este compromiso no solo implica resolver las necesidades inmediatas, sino también sentar las bases para un desarrollo más sostenido y justo, asegurando que las zonas rurales no queden rezagadas, sino que formen parte integral del progreso de todo el municipio.
Los Diálogos Ciudadanos son una prueba clara de que el futuro de Durango se construye con la participación activa de todos, y que las decisiones que se tomen estarán orientadas a mejorar la calidad de vida de quienes han sido históricamente los pilares de la economía y la cultura local: los habitantes del campo.